LAS TICS Y EL HOMBRE:
Vivimos en la era de la velocidad; pensamos como docentes, que el mundo globalizado y la competencia por el trabajo, llevan al ser humano, hacia una aceleracion constante y hasta a veces opresiva, que le termina restringiendo su tiempo personal y de reflexion.
Es importante asumir, una postura ante los cambios tecnologicos que se sucitan,desde el punto de vista de la facilidad en las funciones que han de servirle al hombre, y no desde la perspectiva del consumo indiscriminado de las novedades que el sistema plantea, como puede ser, desde un foco del producto que propone como imprescindible para el, pero que en realidad no necesitaria tanto.
El tema es amplio y merece reflexiones especificas para cada caso, sabemos que al tener cero contacto con los recursos quedamos al margen, excluidos digitalmente, lo que nos pone en desventaja ante un mundo tan competitivo que demanda a veces mas del ser humano, de lo que este, puede en realidad brindar de si. Pensamos que debemos hallar un punto de equilibrio en este asunto cotidiano, acceder al manejo de la informacion, en le medida en que esta pueda procesarse a un ritmo propio e interno de cada quien, para una necesidad en particular y no que esta informacion avance a un ritmo vertiginoso que deje al hombre opacado, frustrado y aturdido.
Es importante asumir, una postura ante los cambios tecnologicos que se sucitan,desde el punto de vista de la facilidad en las funciones que han de servirle al hombre, y no desde la perspectiva del consumo indiscriminado de las novedades que el sistema plantea, como puede ser, desde un foco del producto que propone como imprescindible para el, pero que en realidad no necesitaria tanto.
El tema es amplio y merece reflexiones especificas para cada caso, sabemos que al tener cero contacto con los recursos quedamos al margen, excluidos digitalmente, lo que nos pone en desventaja ante un mundo tan competitivo que demanda a veces mas del ser humano, de lo que este, puede en realidad brindar de si. Pensamos que debemos hallar un punto de equilibrio en este asunto cotidiano, acceder al manejo de la informacion, en le medida en que esta pueda procesarse a un ritmo propio e interno de cada quien, para una necesidad en particular y no que esta informacion avance a un ritmo vertiginoso que deje al hombre opacado, frustrado y aturdido.
