sábado, 5 de julio de 2014



La velocidad entendida como el tiempo reloj acotado.

Hablamos aquí en el blog de velocidad, de la información, del acceso a la misma, de las bases de datos (entendidas como archivos tangibles o virtuales). Todos conceptos, que dan mucho de qué hablar y se prestan a discusión.
La era de velocidad entonces, como se dijo antes, se presenta hoy aquí no como puntapié inicial desde una mirada que plantea una perspectiva filosófica de volumen inmenso que supera al hombre, “por no ser este un computador”, sino que la idea es ampliar el concepto. Este, debe ser abordado desde una óptica diferente más amplia. Queremos definirlo entonces en base a criterios que nos permitan entender y mejorar la situación en la que la tecnología se le presenta al ser humano.
Tenemos entonces por un lado, tecnología y por la otra velocidad.
Imaginemos a una persona que se acaba de sentar frente al ordenador, lo enciende y organiza su información personal, ahora bien, cuando la persona repite este proceso en otro momento, se da cuenta de que la información se encuentra almacenada como una base de datos que debe ser organizada en base a criterios que este mismo brinda para su guardado. Por ende, se da cuenta que su computadora aparece como herramienta de almacenaje, procesamiento de datos y asociación de datos en cuanto al acceso de la búsqueda de la información y eso se logra con una tecnología que utiliza una velocidad de respuesta implacable.
La velocidad y la tecnología son miradas desde otro ángulo. Velocidad de transferencia de datos, velocidad de un microprocesador en la asociación de datos, velocidad de funcionamiento de una CPU.  Rendimiento de una CPU. Velocidad de una red.
Seguramente la velocidad aquí es aliada del hombre en la lucha contra sus objetivos.

1 comentario: